PÉRDIDA DE HÁBITAT: En América Central, la de forestación entre otras cosas para aumentar las plantaciones de banano y la ganadería, así como la tala por otras razones, le han afectado fuertemente. De hecho, las tasas anuales de de forestación son muy altas en todo su rango, y la de forestación en Panamá probablemente sea superior al 30% de su rango original. En otros países como Costa Rica y Ecuador también se ha reducido su rango en los últimos 100 años. La urbanización y la agricultura que han destruido su hábitat han acabado en gran parte con la subespecie del Ecuador.
Por ejemplo, la Zona Norte (Costa Rica) ha sufrido la tasa de de forestación más alta del país en las dos últimas décadas, tanto de forma legal como ilegal, dejando menos de un 30% del bosque en pie. Sin embargo, es importante mencionar que varios estudios científicos resaltan el alto nivel de biodiversidad
También, aunque existen algunas zonas protegidas para estas aves como la Reserva Biológica Indio-Maíz de Nicaragua, donde ellas encuentran un extenso hábitat propicio a su desarrollo; sin embargo, se hacen cada día mas frecuentes las incursiones de madereros costarricenses al otro lado del Río San Juan, así que esta reserva, una de las más importantes de Centroamérica tampoco está a salvo de las moto sierras.
CAPTURA ILEGAL: el comercio ilegal que existe con la lapa verde para utilizarla como mascota es un factor que pone en peligro su existencia.
También se capturan porque sus plumas se utilizan para hacer pinturas sobre ellas.
CAZA: también parece ser que a veces se les dispara por considerarse una peste para los cultivos.
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